Precio y competencia afectaron producción chiclera en Quintana Roo
Felipe Carrillo Puerto, 29 diciembre (Infoqroo).- La actividad chiclera en Quintana Roo; en la década de los años 20 del siglo pasado, fue sin duda uno de los detonantes más importantes para el desarrollo de la economía de esa centuria en la región, pero factores de precio y de competencia, propiciaron su caída, dijo Mario Chan Collí.
Al respecto, el cronista de la ciudad explicó que esos factores fueron la caída del precio de ese producto en los mercados internacionales y la competencia de las gomas de mascar sintéticas.
En este sentido dijo que con la comercialización del chicle, mucha gente indígena de la zona maya, de varios sitios del entonces Territorio de Quintana Roo, se internaba por grupos en la selva por varias semanas para montear (localizar) los arboles de chicle y aprovecharlos al máximo, extraer esa goma, cocinarla y hacer marquetas que llegarían más tarde en una cooperativa que aún existe en esta ciudad.
Agregó que según los datos que tiene, fue el entonces presidente, Antonio López de Santa Anna, el precursor de la explotación e industrialización del chicle y con el tiempo, el látex se constituyó en la base de la economía del Territorio de Quintana Roo.
Resaltó que en la actualidad, en la zona maya del municipio de Felipe Carrillo Puerto, pocos chicleros se dedican a la extracción de la resina del árbol de chicozapote y en el Consorcio Corporativo de Productores y Exportadores de Forestaría, ubicado en esta ciudad solo unos cuantos entregan el producto.
Añadió también que aunque el chicle de Quintana Roo, decayó mucho en su producción en 2001, fue presentado por primera ocasión en Europa en 2007, y en 2008 en la Fiofach, una de las ferias internacionales más grande de productos orgánicos, en la que participan negocios de todo el mundo.
Dio a conocer también que por décadas vendieron el chicle natural, básicamente a Japón, después la goma base y lo que terminó por cerrar casi por completo su producción fue el paso del huracán “Dean”, en agosto de 2007, que provoco el descenso de la producción al pasar de entre 180 a 200 toneladas por temporada a sólo 40 toneladas en el ciclo 2007-2008, producción que fue comercializada solamente en Japón.
Finalmente, dijo que en la casa de la crónica de Felipe Carrillo Puerto existen fotografías y datos histórico, utensilios entre otros implementos de la época y que se utilizaba sobre esta importante actividad que tuvo su auge en la zona maya de Quintana Roo y que ahora poco a poco se pierde, ya que muy pocas personas se dedican a ella por la falta de mercado.
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INFOQROO/MC/JCG